TRES PELÍCULAS DE NICK NOLTE
Nick Nolte es un actor al que los de mi generación conocimos por una
serie de TV llamada “Hombre rico Hombre Pobre” (Rich Man, Poor Man) de la
década de los 70’s. Es un actor que aunque con físico de duro ha interpretado
magníficamente papeles de carga más dramática, siendo algunas de sus películas
muy apreciadas por mí. Os señalaré tres que especialmente me gustan y quizás no
sean tan conocidas.
DESTINO SIN RUMBO (Cannery Row,
Sinopsis: Cannery Row es un viejo pueblo costero habitado por singulares
personajes: putas, comerciantes deficientes, borrachos y un viejo visionario.
Todos tienen un pasado del que jamás se habla. Allí aterriza Suzy (Debra
Winger), una joven sin rumbo de arrolladora personalidad que pronto empezará a
trabajar en el burdel y entablará una curiosa relación con Doc (Nick Nolte), un
enigmático biólogo marino, antiguo lanzador de béisbol atormentado por un error
en un partido.
Con base en una novela de John Steibeck (Premio Nobel de Literatura 1962), el director teje cuidadosamente una
historia poderosa sobre la solidaridad y la responsabilidad moral, salpicada de
finísimo humor y llena de personajes populares singulares y atractivos.
Una película que nos recuerda que somos responsables de nuestros
actos y que debemos asumir las
consecuencias y reparar el daño hecho a la sociedad.
Son particularmente memorables las actuaciones de Debra Winger,
maravillosa en el papel de una prostituta novata y del biólogo que interpreta
Nick Nolte y de los secundarios, en particular M. Emmet Walsh, ya conocido por los
espectadores por su intervención en cintas tan celebradas como Pequeño Gran
Hombre (1970), Serpico (1973) y Blade Runner (1982).
Nolte parece encontrarse muy a gusto en su papel, rodeado además de un
elenco en el que no hallará excesivos momentos de conflicto, tan frecuentes,
por otra parte, en sus primeros años como profesional.
LA DELGADA LÍNEA ROJA (Thin red line, Terrence Malik, 1998)
Aunque puede incluirse dentro del género de cine bélico, Malick
juega en otra liga, siempre lo ha hecho, su visión del mundo es distinta a la
de cualquier otro cineasta, con sus pros y sus contras.
Terrence Malick llevaba más de veinte años sin dirigir una película y su
vuelta al cine fue una noticia bomba que rápidamente golpeó en todos los
despachos de Hollywood. Prácticamente todo el mundo quería participar en el
film que estaba preparando el director de ‘Malas tierras’ (‘Badlands’, 1973),
no importaba el personaje ni el tema ni nada. Confiaban ciegamente en un
director que tan sólo había hecho dos películas. Incluso actores como Sean Penn
estaban dispuestos a trabajar con él por tan sólo un dólar.
‘La delgada línea roja’ narra, en el contexto de la batalla de
Guadalcanal durante la Segunda Guerra Mundial, las historias de varios
personajes a los que afecta la guerra. Malick no se limita a filmar una
película bélica al uso, y esto no va en sentido peyorativo hacia los films
bélicos sin más (hay grandes películas de género a lo largo y ancho de la
historia del cine), pero la mirada del director hace más hincapié en las
consecuencias de la guerra sobre el ser humano que en la propia guerra. Es
evidente que ésta es un catalizador para hablarnos de otras cosas que Malick
(también guionista, tomando como base la novela de James Jones) considera
verdaderamente importantes, y que algo tan inútil y absurdo como una guerra es
capaz de terminar con ello para siempre.
La excusa formal es que el teniente coronel Tall (soberbio Nick Nolte),
que se odia a sí mismo por todas las veces que ha tenido que humillarse para
conseguir algo está obsesionado con la toma de una importante colina.
La historia narrada por Malick nos envuelve con sus imágenes y nos hace
plantearnos muchas de las cosas que nos parecen inamovibles.
Es un placer dejarte mecer (o... es estremecer) por esta película.
EL ACEITE DE LA VIDA (Lorezo's oil, George Miller, 1992)
Estupendo drama basado en hechos reales. Una conmovedora e intensa historia
que sobrecoge tanto por el tema que trata como por las impresionantes
interpretaciones de su pareja protagonista.
La dirección es efectiva y el guión, consigue llegar a ser apasionante,
bordear el efectismo y captar por completo tanto nuestro interés como el de la
academia de Hollywood, que lo nominó a un Oscar.
En ella contaba la historia real de un matrimonio (Susan Sarandon y Nick
Nolte, en la pantalla) que desesperado por la extraña patología que sufría su
hijo Lorenzo y que carecía de tratamiento, ideaban una posible terapia, un
aceite, enfrentándose a las críticas de los expertos.
La incansable lucha de unos padres por encontrar a su hijo una cura a su
terrible dolencia nos regala una de las mejores películas sobre los enfermos y
su entorno de la década de los noventa.
Casi una década después del estreno de la película en 2002, un equipo
internacional de investigadores avaló la lucha del matrimonio: el aceite de
Lorenzo sí retrasa el desarrollo de la enfermedad.
Emocionante película que en algunos momentos te hace llorar, lo cual es
bueno, ¿no os parece?
Un saludo y nos leemos
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