Translate

domingo, 26 de enero de 2020

Por casualidad


Por Casualidad

Algunos días parece que uno se levanta con el viento de cara, también los hay que parece que nada sale bien pero de esos hablaré otro día...

El caso es que el sábado tenía que llevar a mi hijo a jugar un partido de fútbol a La Alameda de Osuna, una zona del nordeste de la capital madrileña, con él venían dos compañeros suyos y el panorama que pintaba la mañana de sábado no era muy apetecible, llegamos en metro y en el corto trayecto a pie hasta el colegio donde jugaban iba yo pensativo y discurriendo que podía hacer durante la media hora larga hasta que empezara el partido. Entonces me sorprendió un cartel en la calle que decía "Castillo de la Alameda" a 400 metros y al levantar la vista en esa dirección pude observar las ruinas, se encendió la bombilla. Ya tenía plan para ese rato.

Dejé a los niños y me fuí escapado hacia el alto donde se encontraba el castillo, y me sorprendió por lo bien acondicionado que estaba el entorno, se notaba que se había realizado una intervención de tipo museístico para permitir al visitante conocer lo mejor posible todo el entorno en su contexto. Muchos carteles explicativos y fotografías que como digo permiten entender lo que allí tenemos.

Los restos del castillo, que primero perteneció a los Mendoza y después a los Zapata, para terminar siendo de los Fernán Nuñez, fueron abandonados en el siglo XVIII tras un incendio y se habían deteriorado bastante, por lo que se ha realizado un buen trabajo de consolidación y recreación de como debió ser el castillo-palacio residencial en su esplendor en los siglos XVI y XVII.

Os muestro unas fotos desde diversos ángulos.


viernes, 3 de enero de 2020

LAS LIBRERÍAS DE SIEMPRE



ADOPTANDO UNA LIBRERÍA

En estos tiempos difíciles para la LITERATURA, con mayúsculas, en los que por doquier se cierran librerías y cada vez es más corriente encontrar adolescentes a los que los libros les producen, como poco, urticaria. Siempre es necesario volver a la lectura, deleitarse con una buena narración o conmoverse con unos versos bien tirados.

Preocupado estoy como decía arriba por la supervivencia de las librerías de siempre, librerías delante de las que pasábamos todos los días sin prestar gran atención hasta que un buen día al pasar por ahí nos sorprende el letrero, “CIERRE POR CESE DEL NEGOCIO”  y nos quedamos petrificados pensando en cómo ha podido suceder, si uno tiene confianza con los dueños estos le explicarán seguramente que las ventas llevaban ya tiempo cayendo y ya no daban para el mantenimiento del negocio, cada vez podían traer