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viernes, 28 de septiembre de 2012

THE BEAUTIFUL SOUTH



THE BEAUTIFUL SOUTH

Este grupo británico  de los 90, estuvo formado por los componentes del grupo The Housemartins, Paul Heaton y Dave Hemingway como vocalistas, después de la desintegración de éste.




Marcó una linea de continuación del pop británico que por aquella época The Housemartins habían iniciado, pero  experimentando mucho mas, y aunque no llegaron a tener el mismo éxito comercial que Housemartins en España, en Inglaterra cosecharon numerosos éxitos y son todavía un grupo de culto que ha llegado a vender mas de 15 millones de discos en todo el mundo.
Contaron con hasta 3 vocalistas femeninas y se separaron en el 2007.

Me gustan por su gran musicalidad, sus ritmos "sureños", su armonía y las letras de PdHiton que no defraudan nunca.

link de algunos temas suyos



 (aquí cantan ambos al alimón la canción 36D)

The Mediterranean (Morcheeba remix)



Canción Carry on Regardless


Canción Carry on Regardless en vivo


un saludo y nos leemos

jueves, 20 de septiembre de 2012

Recomendando el blog de unos amigos SIN FACTURAR



Mas pelis que me conmovieron


Marcelino pan y vino (1954)


      

Dirigida por Ladislao Vadja.


Marcelino, pan y vino es un cuento, un bonito cuento sobre la soledad de tantos niños de otra época que apenas tenían sus manos para jugar, y que contrasta con toda la tontería desbordante y exagerada de hoy día, lo que causa al visionarla un gran desconcierto. 
Es una película entrañable y difícil de olvidar pora los españoles, porque todos, durante algún momento en su visionado, hemos derramado alguna que otra lagrimilla. He aquí un guión soberbio y una interpretación infantil como pocas se han visto en la pantalla, grandiosa y emocional la actuación de Pablito Calvo, el niño que interpreta a Marcelino.



Con una fotografía muy cuidada, hay ciertos momentos dignos de nombrar como por ejemplo el del encuentro de Marcelino con la mujer, madre de Manuel o la primera escena en la que Cristo coge el primer trozo de pan.

 Pero si la revisáis siendo adultos, comprobaréis que es una película de gran calidad, con una narración perfecta, interpretación sublime... que la convierten en un clásico del cine español.

Bien ambientada y narrada es una película religiosa digna de ver. Que el tema sea religioso, sólo demuestra la época y situación en la que se encontraba el país, no hay que confundir la intención del director, porque con los pocos medios que tenía a su alcance, consiguió crear una gran obra, y es que a veces las historias en sí mismas pueden transmitir más que los efectos digitales de hoy en día.

Vale la pena volverla a ver.





El día más largo (The longest day) (1962)





Varios directores

Una de las mayores superproducciones de la historia del cine, lo que se nota sobre todo en el amplio reparto, que incluye a casi todas las  grandes estrellas de la época, en especial masculinos, debido a los pocos papeles de mujeres que exigía la historia. Así, aparecen incluso en papeles mínimos nombres como Richard Burton, Sean Connery, Mel Ferrer, Henry Fonda, Peter Lawford, Roddy McDowall, Robert Mitchum, Robert Wagner y John Wayne. 

La dirección se repartió por localizaciones y, así, Ken Annakin fue el encargado de todos los exteriores británicos, Andrew Marton el de los norteamericanos y Bernhard Wicki todas aquellas que ocurrían en Alemania. De este modo, cada sección de película, dependiendo de los distintos escenarios, tiene un estilo propio, lo que supone uno de los principales hallazgos del film. Además, probablemente lo más interesante es la cuidada reproducción de los sucesos históricos, bien condensados en los 114 minutos de metraje. El guión es del novelista Cornelius Ryan, basado en su propia novela.

El filme ganó dos premios Oscar en el año 1962, en las categorías de Mejores Efectos Especiales y Mejor Fotografía.

En esta espectacular película, se reconstruye el episodio más emblemático de la Segunda Guerra Mundial: el desembarco aliado en Normandía. Utilizando un estilo semidocumental, que contribuye a su veracidad y a que se siga viendo hoy en día con enorme interés.

Para los que somos amantes del cine bélico es un clásico insustituible.







Ivanhoe (1952)


   


Coproducción anglo-estadounidense dirigida por Richard Thorpe, un artesano de Holliwood, con Robert Taylor en el rol principal, acompañado por Elizabeth Taylor, Joan Fontaine, George Sanders.

Un clásico del cine de aventuras medievales que propone una lujosa adaptación de la novela de Walter Scott. Resuelto con la habitual pericia de su director, a veces insulso pero nunca torpe. Esta película se beneficia de un estimulante reparto y de una producción que no ahorró medios. Sin alcanzar la perfección, es uno de estos films que encandilaron a una amplia generación y que sigue manteniendo su vigor.

Me gustó, y me gusta por su buen guión, fácil con la excelente novela, y sus escenas trepidantes. También me quedo con ese deje de amargura que le da a su personaje George Sanders.





El tulipán Negro (La Tulipe noir)(1964)


     


Dirigida por Christian Jaque

Basada en una novela de Dumas, cuando a finales de los 70 (¿o era a principios de los 80?) emitieron esta película en TVE, todos los chavales de mi clase, al día siguiente, queríamos ser el Tulipán Negro. Esa mezcla de Robin Hood, Dick Turpin, El Zorro, El Coyote y el Llanero Solitario hacia arder el ímpetu guerrero de aquellos jóvenes corazones.

Vista hoy, más de 30 años después, parece que hemos ganado en perspectiva cinéfila o que nuestros corazones han perdido su ímpetu guerrero, porque pierde algo de frescura y no ha envejecido muy bien.





La Pimpinela Escarlata (The Scarlet Pimpernel)(1934)


      

Dirigida por Harold Young.


Adapta la obra de teatro (1905) y la novela (1907) "The Scarlet Pimpernel", de la baronesa Emmuska Orczy. Se rodó en b/n en Denham Studio (Denham, RU), donde Vincent Korda montó unos decorados notables.



La acción tiene lugar en Londres y París a  finales de septiembre de 1792, cuando Robespierre y los jacobinos imponen en Francia un régimen de Terror. Narra la historia de Percy Blakeney (Leslie Howard), casado con lady Marguerite (Merle Oberon), este noble es el líder de una sociedad secreta de aristócratas ingleses dedicada a salvar de la guillotina a aristócratas franceses. Oculta su personalidad bajo la apariencia pública de un joven frívolo, presumido y afeminado. Robespierre envía a Londres a Chauvelin (Bernard-François, marqués de Chauvelin) para descubrir la identidad de Pimpinela Escarlata y desarticular su organización secreta.

La película se basa en la historia de un héroe de doble identidad, que entronca con la tradición secular de los relatos populares europeos. Pimpinela incorpora virtudes de héroes anteriores como el arrojo de Robin Hood, la tenacidad de El Quijote y la inteligencia de Sherlock Holmes. 
La obra de la baronesa Orczy desborda simpatía por la aristocracia y una no disimulada aversión a las clases trabajadoras. Sus filias y fobias la llevan a dar una visión distorsionada de algunos hechos. Así olvida que la Revolución francesa aportó el Estado de derecho, la división de poderes, la soberanía popular, el imperio de la ley y los valores de la libertad, igualdad y solidaridad como eje vertebrador de la convivencia social.

Aún así, es recomendable verla, Miladys y Milords, pónganse la peluca, preparen el rapé y disfrútenla sin prejuicios o mánden estos a tomar viento fresco.

El film construye una trama entretenida, a la que dota de tensión dramática, con los riesgos que asume el héroe, como el enfriamiento de sus relaciones con Marguerite, la persecución de que es objeto por el villano Chauvelin o la trampa que le tiende para atraparlo. 
La música aporta melodías que animan la acción, el sentido de la aventura y la lucha del bien contra el mal. 
La fotografía crea composiciones de excelente claroscuro y magnífico dibujo. El guión, pese a ingenuidades de la época, contiene diálogos bien construidos y aporta un relato entretenido y absorbente. 
Las interpretaciones de Howard, Oberon y Massey son memorables.

Película de los años 30, de gran interés para los aficionados al cine clásico.

Esta remesa no agota mi baúl de películas preferidas y recordadas, aún hay más.

Un saludo y nos leemos



miércoles, 19 de septiembre de 2012

Películas de mi vida parte 2






Las Cuatro Plumas (The Four Feathers) (1939)


    



Pélícula de aventuras dirigida por Zoltan Korda.

Narra la historia de un joven oficial del ejército británico (interpretado por John Clements), amante de la poesía y en contra de cualquier acto bélico, que tras el anuncio de la guerra en el norte del Sudán, presenta su renuncia a combatir, y es repudiado tanto por su general, como por sus amigos, compañeros y por su prometida. Tres de sus amigos en señal de su desprecio, le envían tres plumas blancas, un símbolo de cobardía para los ingleses, a la que se une la de su prometida. Pero el oficial pacifista, disfrazado de nativo, se personará en los distintos puntos en que están destinados sus antiguos compañeros, y tras ayudarles sin que se den cuenta, les irá devolviendo las plumas.

Esta película es un buen ejemplo del mejor cine de aventuras que sembró la base del cine actual, y que a muchos de nosotros nos hizo enamorarnos de él. 

Clásico del cine que tiene en el valor y la lealtad puestos a prueba su hilo conductor. Destacan su esplendorosa fotografía así como la emoción y la grandiosidad de la epopeya que relata.

Existe una versión moderna que no le llega ni al polvo de las botas. 




Murieron con las botas puestas (They Died with their Boots On) (1941)

       


Drigida por Raoul Walsh para la Warner Brothers e interpretada por Errol Flynn y Olivia de Havilland, es una mitificación de la vida del célebre General George Armstrong Custer.

Mítico filme que alterna con excelente habilidad dramáticas secuencias espectaculares con momentos intimistas, siendo un buen exponente de una manera de entender el cine ya desaparecida.

Narra la historia del general George Custer, desde sus días de joven cadete en la prestigiosa academia militar de West Point, hasta su trágica muerte a manos de los indios en la famosa y épica batalla de Little Big Horn, en 1876.

Los días de West Point, la cruenta batalla de Hanover, la retoma del  mando del 7º.  de caballería al ritmo de su “Garryowen” y las escenas que describn lo sucedido en Little Big Horn son destacados episodios épicos que se enmarcan en la más bella tradición del cine de aventuras. 
Walsh ama esta aventura, pero también siente el romanticismo desesperado que desprende Custer cuando dice adiós a su mujer antes de partir a Little Big Horn y a la muerte, murmurando:

 “Andar por la vida contigo ha sido algo muy encantador…”

Como quizás yo no sé describiros bien la belleza de este film, he entresacado de internet unos fragmentos de  la introducción que Garci dedicó a esa película en el programa Que grande es el cine"





El temible burlón (The Crimson pirate) (1952)

   


Dirigida por Robert Siodmak.

Revisitación en clave de comedia de las pretéritas aventuras marítimas de gente como Errol Flynn o Douglas Fairbanks.

Para esta ocasión, son Burt Lancaster, en un ambiente propicio a sus habilidades acrobáticas, y su buen amigo de profesión circense Nick Cravat los encargados de transmitirnos con gran energía las vicisitudes de los temidos filibusteros.

Estupendo trabajo de dirección artística para revivir la ambientación de la época y buena realización por parte de Robert Siodmak en un film lleno de humor (con anacronismos incluídos) y enérgica acción que rara vez pierde intensidad.

El temible burlón es una película realmente entretenida, llena de humor, si bien hay algunos momentos serios que por suerte no duran demasiado. Desde el motín y el abandono en el mar del capitán pirata hasta el momento con los bucaneros nadando por debajo del buque inglés y tomando por sorpresa a los marineros. 
Narrativamente muy ágil y muy moderna para su época, con todo el despliegue de medios que Hollywood hacía en aquél entonces, y con la sonrisa respladesciente de Burt Lancaster más brillante que nunca.

Si os gustan las películas de piratas y aventuras, pasareis un buen rato.





El oro de Mackenna (MacKenna's Gold) (1969)

   

Dirigido por J. Lee Thompson
GUIÓN
Carl Foreman (basado en una novela de Will Henry)
MÚSICA
Quincy Jones (con un tema de José Feliciano)



REPARTO
Gregory Peck, Omar Sharif, Telly Savalas, Eli Wallach, Burgess Meredith, Edward G. Robinson, Lee J. Cobb, Raymond Massey, Anthony Quayle
Sinopsis:
Un grupo numeroso y heterogéneo de personajes buscan una veta de oro que según la tradición custodian los espíritus de la tribu apache. Un bandido cree que el sheriff Mackenna conoce el lugar y le obliga a llevarles. La codicia y rivalidad de los integrantes del grupo provoca sangrientos enfrentamientos que van mermando el número de expedicionarios.


Un entretenido western que reúne los mejores elementos del género. Acción trepidante, bandidos, indios, lucha y tiroteos. Muy adecuada para los aficionados al género. 
La banda sonora, de Quincy Jones, cuenta con una canción inolvidable de José Feliciano. 
Tiene un excelente plantel de intérpretes secundarios, como Lee J. Cobb, Edward G. Robinson o Eli Wallach.
El paisaje de Nuevo México-Arizona nos hace recordar a John Ford, y la canción con José Feliciano..."...oh viejo buitre..." es sencillamente genial y entrañable. Los FX son curiosos, la trama de partida es fascinante pero el guión está mal rematado.

Os dejo también las versiones en español e inglés que del tema de José Feliciano aparecen en la película.


versión en español
http://www.youtube.com/watch?v=6Mhgfndus6Y&feature=relmfu

versión en inglés
http://www.youtube.com/watch?v=lIc092z1Uag 



Indiana Jones: En busca del Arca perdida (Indiana Jones: Raiders of the Lost Ark) (1981)


    

Dirigida por Steven Spielberg, con guión de Lawrence Kasdan (Historia: George Lucas & Philip Kaufman) y música de John Williams.

Combinación perfecta para conseguir un exitazo, así fue.
Obtuvo varios oscars:
1981: 4 Oscars: montaje, dirección artística, sonido, efectos especiales


Año 1936. El Dr. Jones es un profesor de arqueología, dispuesto a correr peligrosas aventuras con tal de conseguir valiosas reliquias históricas. El gobierno estadounidense le encarga la búsqueda del Arca de la Alianza, donde se conservan las Tablas de la Ley que Dios entregó a Moisés. Según la leyenda, quien las posea tendrá un poder absoluto, razón por la cual también la buscan los nazis.

Con este sencillo argumento inicial el cine de aventuras se reinventó de la mano de Spielberg, el director más listo del Hollywood moderno. Supuso también el salto al megaestrellato del gran Harrison Ford. 

Ya un clásico del cine moderno, esta primera entrega es una entretenidísima y trepidante aventura, deudora del cómic y las historietas gráficas, con magníficas escenas de acción muy bien logradas y donde la acción, la diversión y la intriga se combinan magistralmente para regocijo de toda la familia. 

Se le critica que el director se dedica a producir una obra de consumo masivo, de poco contenido de fondo, llegando al extremo de reducir la historia al simple entretenimiento sin otro factor coadyuvante que contribuya a enriquecer el filme en términos generales. 
No estoy de acuerdo con esta crítica pues creo que el film es lo que es, una extraordinaria película de aventuras. 

No exagero si digo que mucho de mi generación empezamos a ver el cine con películas como esta y la saga de la guerra de las galaxias.



EL cebo (Es geschah am hellichten Tag) (1958)

     


Dirigida por Ladislao Vajda (director húngaro, asentado en España en los años 40).

El guión es una adaptación de una novela de Friedrich Dürrenmatt, el cual intervino también en el guión de la película.
Oso de Oro en 1958 del Festival de Berlín (Sección oficial de largometrajes)


El cebo es una película sobria, intensa, angustiosa y compacta. Sin duda pertenece a la media docena de obras maestras que ha dado al cine el hoy tan sobado subgénero de los filmes con serial-killer, cuya lista encabeza El vampiro de Düsseldorf (1931) de Fritz Lang y que cierra (por el momento) El silencio de los corderos (1990) de Jonathan Demme. 

Está contada con un admirable pulso narrativo: si alguna vez puede decirse verdaderamente que no sobra ni falta un plano es desde luego en esta película. Pero su sólida concisión está hecha de apasionantes contrastes: habla de lo más brutal pero expresa lo más tierno, conserva siempre la serenidad del relato pero suscita un terrible desasosiego, prescinde de efectismos pero nunca de ser efectiva, nos asoma al peor de los abismos y nos reafirma sin aspavientos en la solidez del amor humano, en una palabra: cuenta la verdad del horror sin hacernos perder la fe siempre amenazada en lo que merece la pena de la vida. Nos revela enseguida al asesino pero eso no desmorona la intriga sino que la redobla convirtiéndola en inquietud, como sucede en el mejor Hitchcock.

Esta película nos vacuna contra la tentación de confundir lo chorreantemente crudo con lo emocionantemente auténtico.