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jueves, 20 de septiembre de 2012

Mas pelis que me conmovieron


Marcelino pan y vino (1954)


      

Dirigida por Ladislao Vadja.


Marcelino, pan y vino es un cuento, un bonito cuento sobre la soledad de tantos niños de otra época que apenas tenían sus manos para jugar, y que contrasta con toda la tontería desbordante y exagerada de hoy día, lo que causa al visionarla un gran desconcierto. 
Es una película entrañable y difícil de olvidar pora los españoles, porque todos, durante algún momento en su visionado, hemos derramado alguna que otra lagrimilla. He aquí un guión soberbio y una interpretación infantil como pocas se han visto en la pantalla, grandiosa y emocional la actuación de Pablito Calvo, el niño que interpreta a Marcelino.



Con una fotografía muy cuidada, hay ciertos momentos dignos de nombrar como por ejemplo el del encuentro de Marcelino con la mujer, madre de Manuel o la primera escena en la que Cristo coge el primer trozo de pan.

 Pero si la revisáis siendo adultos, comprobaréis que es una película de gran calidad, con una narración perfecta, interpretación sublime... que la convierten en un clásico del cine español.

Bien ambientada y narrada es una película religiosa digna de ver. Que el tema sea religioso, sólo demuestra la época y situación en la que se encontraba el país, no hay que confundir la intención del director, porque con los pocos medios que tenía a su alcance, consiguió crear una gran obra, y es que a veces las historias en sí mismas pueden transmitir más que los efectos digitales de hoy en día.

Vale la pena volverla a ver.





El día más largo (The longest day) (1962)





Varios directores

Una de las mayores superproducciones de la historia del cine, lo que se nota sobre todo en el amplio reparto, que incluye a casi todas las  grandes estrellas de la época, en especial masculinos, debido a los pocos papeles de mujeres que exigía la historia. Así, aparecen incluso en papeles mínimos nombres como Richard Burton, Sean Connery, Mel Ferrer, Henry Fonda, Peter Lawford, Roddy McDowall, Robert Mitchum, Robert Wagner y John Wayne. 

La dirección se repartió por localizaciones y, así, Ken Annakin fue el encargado de todos los exteriores británicos, Andrew Marton el de los norteamericanos y Bernhard Wicki todas aquellas que ocurrían en Alemania. De este modo, cada sección de película, dependiendo de los distintos escenarios, tiene un estilo propio, lo que supone uno de los principales hallazgos del film. Además, probablemente lo más interesante es la cuidada reproducción de los sucesos históricos, bien condensados en los 114 minutos de metraje. El guión es del novelista Cornelius Ryan, basado en su propia novela.

El filme ganó dos premios Oscar en el año 1962, en las categorías de Mejores Efectos Especiales y Mejor Fotografía.

En esta espectacular película, se reconstruye el episodio más emblemático de la Segunda Guerra Mundial: el desembarco aliado en Normandía. Utilizando un estilo semidocumental, que contribuye a su veracidad y a que se siga viendo hoy en día con enorme interés.

Para los que somos amantes del cine bélico es un clásico insustituible.







Ivanhoe (1952)


   


Coproducción anglo-estadounidense dirigida por Richard Thorpe, un artesano de Holliwood, con Robert Taylor en el rol principal, acompañado por Elizabeth Taylor, Joan Fontaine, George Sanders.

Un clásico del cine de aventuras medievales que propone una lujosa adaptación de la novela de Walter Scott. Resuelto con la habitual pericia de su director, a veces insulso pero nunca torpe. Esta película se beneficia de un estimulante reparto y de una producción que no ahorró medios. Sin alcanzar la perfección, es uno de estos films que encandilaron a una amplia generación y que sigue manteniendo su vigor.

Me gustó, y me gusta por su buen guión, fácil con la excelente novela, y sus escenas trepidantes. También me quedo con ese deje de amargura que le da a su personaje George Sanders.





El tulipán Negro (La Tulipe noir)(1964)


     


Dirigida por Christian Jaque

Basada en una novela de Dumas, cuando a finales de los 70 (¿o era a principios de los 80?) emitieron esta película en TVE, todos los chavales de mi clase, al día siguiente, queríamos ser el Tulipán Negro. Esa mezcla de Robin Hood, Dick Turpin, El Zorro, El Coyote y el Llanero Solitario hacia arder el ímpetu guerrero de aquellos jóvenes corazones.

Vista hoy, más de 30 años después, parece que hemos ganado en perspectiva cinéfila o que nuestros corazones han perdido su ímpetu guerrero, porque pierde algo de frescura y no ha envejecido muy bien.





La Pimpinela Escarlata (The Scarlet Pimpernel)(1934)


      

Dirigida por Harold Young.


Adapta la obra de teatro (1905) y la novela (1907) "The Scarlet Pimpernel", de la baronesa Emmuska Orczy. Se rodó en b/n en Denham Studio (Denham, RU), donde Vincent Korda montó unos decorados notables.



La acción tiene lugar en Londres y París a  finales de septiembre de 1792, cuando Robespierre y los jacobinos imponen en Francia un régimen de Terror. Narra la historia de Percy Blakeney (Leslie Howard), casado con lady Marguerite (Merle Oberon), este noble es el líder de una sociedad secreta de aristócratas ingleses dedicada a salvar de la guillotina a aristócratas franceses. Oculta su personalidad bajo la apariencia pública de un joven frívolo, presumido y afeminado. Robespierre envía a Londres a Chauvelin (Bernard-François, marqués de Chauvelin) para descubrir la identidad de Pimpinela Escarlata y desarticular su organización secreta.

La película se basa en la historia de un héroe de doble identidad, que entronca con la tradición secular de los relatos populares europeos. Pimpinela incorpora virtudes de héroes anteriores como el arrojo de Robin Hood, la tenacidad de El Quijote y la inteligencia de Sherlock Holmes. 
La obra de la baronesa Orczy desborda simpatía por la aristocracia y una no disimulada aversión a las clases trabajadoras. Sus filias y fobias la llevan a dar una visión distorsionada de algunos hechos. Así olvida que la Revolución francesa aportó el Estado de derecho, la división de poderes, la soberanía popular, el imperio de la ley y los valores de la libertad, igualdad y solidaridad como eje vertebrador de la convivencia social.

Aún así, es recomendable verla, Miladys y Milords, pónganse la peluca, preparen el rapé y disfrútenla sin prejuicios o mánden estos a tomar viento fresco.

El film construye una trama entretenida, a la que dota de tensión dramática, con los riesgos que asume el héroe, como el enfriamiento de sus relaciones con Marguerite, la persecución de que es objeto por el villano Chauvelin o la trampa que le tiende para atraparlo. 
La música aporta melodías que animan la acción, el sentido de la aventura y la lucha del bien contra el mal. 
La fotografía crea composiciones de excelente claroscuro y magnífico dibujo. El guión, pese a ingenuidades de la época, contiene diálogos bien construidos y aporta un relato entretenido y absorbente. 
Las interpretaciones de Howard, Oberon y Massey son memorables.

Película de los años 30, de gran interés para los aficionados al cine clásico.

Esta remesa no agota mi baúl de películas preferidas y recordadas, aún hay más.

Un saludo y nos leemos



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