LA PEQUEÑA HISTORIA DE UN GRAN LIBRO
terminé de leer este libro el 6 de Febrero de 2014 por 8ª o 9ª vez.
Todo libro tiene detrás de sí una gran historia, que solo el escritor nos puede contar pero .... también todos los libros tiene tras de ellos muchas pequeñas historias que solo los lectores podemos narrar y este es mi propósito en este post, compartir con vosotros la pequeña historia de un pequeño libro que llego a mis manos ... bueno eso ya es parte de la historia.
Os hablo de la novela del semiólogo italiano Umberto Eco
EL NOMBRE DE LA ROSA
Conocí la existencia de esta novela en el año 1987, cuando estaba estudiando COU en el instituto del pueblo en que vivía. Mi profesor de Filosofía, Fernando .... algo nos habló de la novela cuando estábamos estudiando los filósofos medievales, la Escolástica, Santo Tomas de Aquino y San Agustín. Me fascinó como en esa época me fascinaba todo lo relacionado con la Edad Media, tan mal conocida y despreciada por todos, empezando por los propios libros de texto de mi época.
Coincidió que en esa época llegó al cine en Tomelloso la versión que de la novela realizó el director francés Jean-Jacques Annaud, película que nos fascinó entonces y sigue siendo muy querida por mi.
Algunos meses después y terminado el curso me fui a la voluntario al servicio militar y parecía que todo lo aprendido en ese año iba a quedar en suspenso, pero he aquí que el libro volvió a aparecer en mi vida de la forma más curiosa.
Cuando llevaba tres meses en el cuartel cambiamos de alojamiento por el licenciamiento de unos compañeros y al ocupar mi nueva coma, encontré en la papelera de al lado de la cama un libro tirado y algo mojado, rápidamente lo rescaté y cual sería mi asombro al descubrir que se trataba de la novela en la que estaba basada la película y de la que tanto habíamos hablado ese curso. Comprendí que el encuentro no había sido casual, yo había rescatado el libro para que este me rescatara de la ociosidad que se estaba apoderando de mi en esa época. Lo leí compulsivamente, de día y de noche en todos mis momentos libres, y no me defraudo por lo que lo convertí en algo así como un libro de cabecera. Lo leía cuando me encontraba mal y necesitaba distraerme, más tarde ya en Madrid lo leía todos los veranos.
Pasados un par de lustros, ciertamente lo arrinconé en una estantería de casa de mis padres pero cada vez que lo veía me prometía a mi mismo volver a retomar la relación. Por fin lo he hecho, estas navidades lo volvía a coger y lo leí de un tirón, la sensación y el placer volvieron como si nunca se hubieran ido.
Recientemente fui a una versión teatral de la novela, bueno más bien del libro, y salí bastante satisfecho.
Evidentemente os recomiendo las dos, la novela y la película.
Coincidió que en esa época llegó al cine en Tomelloso la versión que de la novela realizó el director francés Jean-Jacques Annaud, película que nos fascinó entonces y sigue siendo muy querida por mi.
Algunos meses después y terminado el curso me fui a la voluntario al servicio militar y parecía que todo lo aprendido en ese año iba a quedar en suspenso, pero he aquí que el libro volvió a aparecer en mi vida de la forma más curiosa.
Cuando llevaba tres meses en el cuartel cambiamos de alojamiento por el licenciamiento de unos compañeros y al ocupar mi nueva coma, encontré en la papelera de al lado de la cama un libro tirado y algo mojado, rápidamente lo rescaté y cual sería mi asombro al descubrir que se trataba de la novela en la que estaba basada la película y de la que tanto habíamos hablado ese curso. Comprendí que el encuentro no había sido casual, yo había rescatado el libro para que este me rescatara de la ociosidad que se estaba apoderando de mi en esa época. Lo leí compulsivamente, de día y de noche en todos mis momentos libres, y no me defraudo por lo que lo convertí en algo así como un libro de cabecera. Lo leía cuando me encontraba mal y necesitaba distraerme, más tarde ya en Madrid lo leía todos los veranos.
Pasados un par de lustros, ciertamente lo arrinconé en una estantería de casa de mis padres pero cada vez que lo veía me prometía a mi mismo volver a retomar la relación. Por fin lo he hecho, estas navidades lo volvía a coger y lo leí de un tirón, la sensación y el placer volvieron como si nunca se hubieran ido.
Recientemente fui a una versión teatral de la novela, bueno más bien del libro, y salí bastante satisfecho.
Evidentemente os recomiendo las dos, la novela y la película.
Totalmente de acuerdo, uno de los mejores libros que he leído. Eco tiene muchos libros demasiado complicados para una lectura agradable...este no es el caso
ResponderEliminarEs su primera novela y le salió bastante redonda, yo también he disfrutado con otras novelas suyas como El Péndulo de Foucault, donde me inicié en el laberinto de las sociedades secretas y las conspiraciones, y La Isla del día de antes, novela circular sin principio ni fin y hasta aquí puedo leer.
ResponderEliminarUn saludo y feliz cumpleaños amiga